Ayer veía por televisión el nuevo comercial de un conocido restaurante cordobés en el que se destaca que “el kilo de carne argentina se vende a €25 en Europa”. Sin embargo, me preguntaba cuánto de todas esas ventas regresa al país con la embestida externa que están sufriendo los frigoríficos.
Hoy leía que el grupo brasileño Marfrig confirmó su intención de quedarse con el cien por ciento del jugoso frigorífico cordobés Estancias del Sur. Sí, el imperio de Luis Resio.
La semana pasada, la misma firma del país vecino presentó una oferta para comprar a Quickfood, la fabricante de hamburguesas Paty, uno de los mayores exportadores de carne argentina que, además, produce el 50 por ciento de los medallones que se consumen en el país.
En los últimos años, pesos pesados del sector a nivel mundial, principalmente de Brasil y Estados Unidos, adquirieron varias compañías locales: las norteamericanas Cargill y Tyson Foods compraron Finexcor (que controla Friar) y Carnes Pampeanas, respectivamente; la brasileña Marfrig adquirió AB&P (hasta ahora).
La mayor adquisición del sector en la Argentina había sido la compra de Swift Armour Argentina por parte del también brasileño Grupo JBS, más conocido por su marca Friboi. JBS, a través de Swift, compró dos plantas de faena y una fábrica de envases de CEPA.
Argentina muestra dos escenarios muy apetecibles para las firmas mundiales: por una parte, con un consumo anual per cápita de casi 65 kilos, es uno de los mercados internos más “sabrosos” para explotar; por otra, los frigoríficos locales concentran la mitad de la llamada Cuota Hilton, es decir, los cortes de mayor calidad y precio que compra la Unión Europea y a los que impone aranceles de importación más bajos.
La semana pasada, la misma firma del país vecino presentó una oferta para comprar a Quickfood, la fabricante de hamburguesas Paty, uno de los mayores exportadores de carne argentina que, además, produce el 50 por ciento de los medallones que se consumen en el país.
En los últimos años, pesos pesados del sector a nivel mundial, principalmente de Brasil y Estados Unidos, adquirieron varias compañías locales: las norteamericanas Cargill y Tyson Foods compraron Finexcor (que controla Friar) y Carnes Pampeanas, respectivamente; la brasileña Marfrig adquirió AB&P (hasta ahora).
La mayor adquisición del sector en la Argentina había sido la compra de Swift Armour Argentina por parte del también brasileño Grupo JBS, más conocido por su marca Friboi. JBS, a través de Swift, compró dos plantas de faena y una fábrica de envases de CEPA.
Argentina muestra dos escenarios muy apetecibles para las firmas mundiales: por una parte, con un consumo anual per cápita de casi 65 kilos, es uno de los mercados internos más “sabrosos” para explotar; por otra, los frigoríficos locales concentran la mitad de la llamada Cuota Hilton, es decir, los cortes de mayor calidad y precio que compra la Unión Europea y a los que impone aranceles de importación más bajos.